miércoles, 7 de diciembre de 2011


¿Qué versión de docente soy?


José Francisco Rojas Parada


Facebook, youtube, Ipad´s, Ipod´s, Iphone´s, Tablet´s, Twitter, Tic´s, Tac´s, Web, Web 2.0, Web 3.0, Web...?, Nube… son términos informáticos que inevitablemente se escuchan cada día, llamando poderosamente la atención de los estudiantes, quienes están de tal modo inmersos en ellos y en buena medida conocedores que me obligan a reflexionar acerca del grado de conocimiento que como profesor tengo sobre éstas tecnologías, pero más aún, a preguntarme ¿Cómo incorporarlas?, ¿Qué tan necesarias son en mi práctica docente?, ¿Qué pueden aportar?

Ante este planteamiento resulta razonable saber de inicio el nivel de conocimiento que se tiene en relación con las tecnologías actuales, el grado de manejo o cuando menos el conocimiento de la existencia de las mismas, pues es natural que antes de pensar en aplicarlas es necesario conocerlas y ejercitarlas con el fin de identificar aquellas características que pudieran ser implementadas en la práctica docente particular.

El artículo de Laura Turner, plantea un requerimiento sobre las competencias tecnológicas que califica como básicas y que todo docente de acuerdo a su visión debería actualmente dominar en algún grado, lo que nos lleva preocupantemente a descubrir el tamaño de la brecha tecnológica que existe entre nosotros y nuestros alumnos.

Queda claro entonces, que no se puede emplear lo que no se domina o se desconoce y que para poder actualizar las herramientas para una cátedra es necesario conocer y manejar las tecnologías de información, comunicación, enseñanza y aprendizaje que actualmente existen y que constantemente se van modernizando o cuando menos actualizando.

Y es que el trabajo educativo dentro de los paradigmas actuales es más de conducir y asesorar que de transmitir información, porque los docentes ya no somos la única fuente de información para el estudiante el cual dispone de acceso ilimitado a toda la documentación en la red, en todo caso, nuestro trabajo puede enfocarse a convertir los datos obtenidos en información significativa, mediante la lectura reflexiva, el pensamiento crítico y la experimentación, reflejado esto último en documentos con referencias y citas, pero donde se manifieste claramente el pensamiento del estudiante, desalentando definitivamente el solo copiar, pegar y citar

Por otra parte, en no pocas Instituciones educativas privadas se observa que se ejerce una presión sobre los maestros para que actualicen sus conocimientos sobre tecnologías con el fin de “incorporar lo más actual a su práctica docente”, obedeciendo esto mas a una justificación ante los padres de familia que a una real valoración de la pertinencia de determinadas tecnologías.     

En mi opinión, estar a la moda tecnológica no es actualizarse y menos modernizarse, pues la espectacularidad no necesariamente garantiza eficacia en el aprendizaje. Creo que no debe perderse de vista que el parámetro de la eficacia de una tecnología es el grado de aprendizaje que el alumno logre, en este sentido considero que es el docente quien mejor puede opinar sobre la incorporación de tal o cual tecnología pues al conocer todas sus posibilidades puede valorar en que grado viene a ser útil y complementaria a la conducción de una materia en la búsqueda de un aprendizaje significativo   

En resumen, la avasalladora presencia y la necesidad urgente de la tecnología en la vida cotidiana, en todos los quehaceres y particularmente en el educativo nos muestra que los alumnos requieren una forma de educación con una dinámica no solo de acuerdo a los tiempos que hoy viven sino que vivirán en su futuro y en este contexto resulta ineludible la autocrítica reflexiva sobre cuánto hemos omitido en nuestra actualización docente la incorporación no solo de la tecnología sino de la tecnología educativa, es decir ¿en que versión de docente tecnológico-educativo me quede?

2 comentarios:

  1. La reflexión que realizas acerca de como algunas instituciones en un intento por captar alumnos se anuncian como vanguardia en la capacitación de los alumnos en el uso de la TE, pero por supuesto que éste elemento no es garantía de un mejor aprendizaje. desde luego que se puede convertir en una excelente herramienta didáctica, en la medida que el docente conozca su uso y seleccione de la misma aquello que promueva el intéres y gusto por aprender.

    ResponderEliminar
  2. Hola Francisco tu blog me parece muy interesante y como dices creo que algunos nos hemos quedado rezagadoe con respecto a la tecnologia pero la amyoria no se quiere dar cuenta y dicen si ya tengo iun trabajo para que estudio más o me preparo mejor pero eso es por conviccion y porque amas lo que haces por lo que debemos prepararnos mas y mejor para poder sacar a los jovenes que tenemos en nuestras aulas

    ResponderEliminar